Poema sin título
- Anonimo
- 11 jul 2016
- 2 Min. de lectura
en una noche Puedo cerrar los ojos y entrarme en un profundo viaje, no despertar, recorriendo parajes y soledades, absorto en un recóndito bosque, mi mente te busca incesantemente, desconcertado en la búsqueda me extravié, arribe en los pies de un macizo, y convergio de la ladera, un interminable e insondable abismo, aun sin noción de donde hallarte, desconcertado por el trance, me arroje al abismo, y mientra flotaba y sucumbia, directo al fondo, una luz se presentó, de las profundidades te dejaste ver, y brotaste de la nada para socorreme y cobijarme, y expresaste yo te prestó mi hombro, anonadado aún por la situación, solo solté un gracias amor, ya serenos en la superficie, sentí una gran felicidad, q tus abrazos nunca me faltarán, y dije, gracias nuevamente, que bueno que te tengo para mi y tu me tienen para ti, q suerte q nos tenemos, una apacible sonrisa se dibujo en tu rostro, de nada voló de tus labios, y yo acerque para besarlos. (me di cuenta que no tenia una pareja, sino una compañera) y caminamos al vasto bosque antes nombrado, hasta un bullicioso río, nos bañamos a pesar del frío, nuestros cuerpos unidos y un cálido beso nos seco al instante y dijiste abre los ojos ya es hora de levantarse. Ojos al aire, era noche, sin escándalos, y oscuridad intrigante, velada de sueños había seleccionado, pero miro al costado, estabas despierta esperandome, con la misma apacible sonrisa de mi sueño,me susurrante, estas listo para un nuevo viaje?, estaba esperandote, exaltado te acompañó, nos acoplamos, nos besamos, y nuestros dos mundos convergiendo y creando, misterios, singulares e inimaginables paisajes, aparecen lomas y prados, q se extienden a lo largo, bosques tupidos e inmensas cordilleras emergen, y pasearemos por cada una de ellas mientras todas rociadas por la leve lluvia de sudor. nuestras pupilas y manos se salen de sus cabales y se encuentra, se disipan para recorrer este nuevo universo, explorando cada rincón, sin perder ningún centímetro por recorrerlo, y en recónditos sitios, donde escasea las luz, vuelven a reencontrarse. silenciosos sismos y gemidos empiezan a aparecer, el sonido de este único mundo resuena en la habitación, originales melodías son las q cantamos, primera vez q las tocamos, danzaremos cada vez q las ollamos y nuevamente la tocaremos.
y al final del viaje, la noche cae, primeros rayos amarillos entran por la ventana, nos despiertan con caricias en la cara, y yo acarició tu pelo, ya es tarde y los mundos se separan, pero las almas fundidas para la eternidad estarán, después de este viaje nada será igual.
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