Madrugada en la ventana
- Gonzalo Lopez
- 25 ago 2016
- 1 Min. de lectura
respiro un cigarro en la ventana, a las tres de la mañana, no duermo, la cama no tiene sábana, hace más frío que la cresta, el cigarro impide que se congelen las venas, bajo al refrigerador, para ver si hay algo para la cena, con cuea alguna wea pal pan, unas cuantas galletas, vuelvo a mi ventana, sacó mi libreta, otro cigarro para evadir el hambre y la pena, empiezo un poema a escribir, sobre tu rostro y cuerpo, lo puedo describir, desde que te fuiste de aquí, me apaña la soledad, con el perro callejero, el farol parpadeante, y mi guitarra sin parlante, y veo como el perro, sobrevive de la basura, como cogotean a gente, cuando el farol no alumbra, y en la ventana sigo fumando, pero a la mitad lo dejo votado, agarro mi guitarra para acordarme del pasado, cuando aún seguias a mi lado, como dormíamos en esa cama abrazados, capiabamos este frío con sexo apasionado, cuando varias veces al perro alimentamos, salíamos juntos fumar, en la ventana mirar, en la tarde el sol, se despedía de nosotros, en los ojos los rayos, que tiempos..., y esta misma guitarra, la acompañabas con tú voz, pero hoy, estoy en mi ventana, y se acabaron los cigarros, arreglaron el farol, las cuerdas se cortaron, y el perro murió... ¿sigo yo?
Comments